La Realidad del México olvidado...
La realidad del México olvidado…
Manifestación de desplazados en San Cristóbal de Las Casas. Foto: CoC. |
El tiempo pasa sin posibilidad alguna de detenerlo, Dios en
su soberano poder permite que el tiempo avance sin que se detenga; en ese pasar
del tiempo, las cosas mejoran o se deterioran, depende de lo que estemos esperando.
En Chiapas el pasar del tiempo en algunos es con paciencia,
esperanza, confianza, fe y sobre todo, la conciencia de que lo que actualmente
viven, fue por la falta de conocimiento de las personas que atentaron contra
sus más elementales derechos humanos, la conciencia de que por su sola decisión
de creer en Jesucristo, ha dado motivos que sean despojados de sus
pertenencias, que sean impedidos de hacer su vida normal. Por este motivo
muchas familias actualmente se encuentran desplazadas de sus viviendas y
tierras, se encuentran amenazadas o en el mejor de los casos, han sido
reubicadas a lugares en donde han tenido que comenzar de nuevo una vida bajo
condiciones menores a la que tenían en sus comunidades.
Uno solo de los casos ha tenido mejor experiencia, el caso
de Pusilá en el Mpio. De Altamirano, Chiapas; 32 familias retornaron a su
comunidad, a sus casas, a su lugar de origen del que nunca debieron de haber
salido pero por seguridad de sus familias lo hicieron de esa manera.
Sin embargo pasaron más de un año fuera de su comunidad,
habitando en uno y otro lugar hasta que hermanos del Ejido Carmen Rusia,
decidieron apoyarles para acomodarles un espacio común en el que, bajo galeras
hechas de madera, piso de tierra y techo de lámina, estuvieron viviendo como un
grupo unido, enfrentando la indiferencia de las autoridades del Gobierno
Estatal y de las instituciones de justicia, en tanto muchos funcionarios
públicos daban discursos de “estabilidad social” de “respeto a los Derechos
Humanos”, de “atención pronta y expedita” de “aplicación del Estado de Derecho”
y otros tantos discursos que quizá en los medios nacionales e internacionales
tenían efecto para una “buena imagen de las autoridades Estatales”, sin embargo
en los corazones de los afectados eso no representaba mucho, más bien nada; lo
relevante para ellos, era en esos momentos saber que comerían, como pasarían la
noche en lugares en donde la lluvia era hiriente, como tapar los agujeros del
techo en donde se colaba el agua, como atender a los que desafortunadamente se
enfermaban, como buscar llenar el estómago de toda la familia (porque
afortunadamente su corazón estaba lleno de Dios), como hacerle para que alguien
que los representara fuera a la Ciudad para que los escucharan las autoridades
y regresar sin ninguna noticia para ellos.
Afortunadamente en el cambio de Gobierno Municipal, el
actual presidente se involucró de tal manera que bajo algunas reuniones un poco
ríspidas al principio, pero poco a poco la gente entendiendo la razón de
justicia y de derecho, se fueron limando asperezas para que al final la noticia
llegara de parte del Presidente Municipal: “Se ha acordado que el retorno se
lleve a cabo el 26 de Diciembre de 2013, con todos sus derechos como ciudadanos
de Pusilá”; sabemos que el retorno se llevó a cabo como estaba planeado, con el
apoyo del Ayuntamiento en el traslado y algunos apoyos para reiniciar su vida
en el Ejido, situación que hasta el momento ha sido sin problema alguno,
privilegiando el respeto y la sana convivencia.
Quizá el caso de Pusilá (que por cierto es histórico porque
no se había llevado a cabo este tipo de retornos), debió ser el mensaje más
adecuado para que en otras partes del Estado y del País, no se siga dando este
tipo de problemática, que la gente conozca que hay Derechos Humanos elementales
para la convivencia entre los habitantes de cualquier lugar del mundo y sobre
todo que es responsabilidad de las autoridades del Gobierno principalmente
Municipal, de mantener la paz y la estabilidad en sus municipios mediante la
coadyuvancia de las autoridades de los demás niveles de gobierno.
Sin embargo los mensajes no se dieron como se esperaba, la
situación no ha sido bien entendida en todos los lugares en donde existen
problemas actuales de persecución de la Iglesia Evangélica y el análisis es que
los demás Municipios no tienen el interés de resolver los problemas existentes
y no hay autoridad Estatal que les oriente y permita que el respeto a Los
Derechos Humanos sea válido en todo el territorio nacional, parece letra
muerta. Cuando vemos la complicidad de los Ayuntamientos con otros niveles de
Gobierno y la falta de capacidad para resolver (o tal vez no los dejan los
compromisos de campaña), nos damos cuenta que es urgente un cambio en México;
un cambio no de Leyes porque las hay suficientes, sino de mentalidad, de
capacidad, de educación a los funcionarios de primer nivel, de honestidad, de
valores y sobre todo de políticas de gobierno que tarde o temprano serán
evidenciadas bajo que compromisos se guían.
Es sorprendente que en este inicio del Siglo XXI, todavía
hayan casos como el de Chilil que cumplen cinco años las seis familias
desplazadas de su comunidad, Yashtinin en donde desde hace dos años fueron
desplazadas 16 familias y destruidas sus viviendas y robadas sus pertenencias,
lugares como Nayarit en donde las familias son expulsadas de sus comunidades (sin
derecho a sacar nada) por ser evangélicos, Guerrero en donde a pesar de que las
familias fueron expulsadas y han reclamado constantemente la falta de atención,
el Gobierno del Estado sigue negando la existencia de ellos, Hidalgo en donde
con lujo de violencia son agredidos, expulsados y en ocasiones multados por
pertenecer a una fe diferente. Increible que en esta época tengamos niños que
no los dejan entrar a la escuela, no dejan enterrar a sus muertos en el panteón
de la comunidad, no contratan a personas por ser de una fe distinta; pero no es
culpa solo de este Gobierno por no hacer nada hasta este momento, es una
herencia de los que han pasado que no quisieron tocar a grupos “influyentes” y
prefirieron ver y permitir el sufrimiento y en algunos casos ir mas lejos,
tratar de ocultar lo que en realidad pasa en nuestro querido México.
Acaba de pasar el 12 de Octubre, día de la raza, cuando se
defienden los pueblos autóctonos de nuestro país pero bajo su propia
conveniencia, porque los desplazados también pertenecen a ellos pero no les ha
llegado la justicia; escuché mencionar que “si Juárez resucitara, se volvería a
morir”; tanto esfuerzo invertido hace mas de 100 años para que ahora los
funcionarios de primer nivel no entiendan las Leyes o las olviden por unas
cuantas migajas de los poderosos.-CoC-.
Comentarios
Publicar un comentario
Todos los comentarios serán publicados, los que sean anónimos serán eliminados por respeto a los lectores en tanto no se identifiquen.--