Pusilá, El Retorno
El mensaje debe ser claro, la solución de fondo y no de forma.
35 vehículos entre camionetas, camiones de tres
toneladas, camiones volteos y de pasajeros, fueron contratados por el
Ayuntamiento de Altamirano para realizar el traslado de las 29 familias con sus
pertenencias, de regreso a sus viviendas en la Comunidad de Pusilá.
Después de permanecer dos años con seis meses
fuera de su comunidad por problemas de intolerancia religiosa, este 26 de
Diciembre se llevó a cabo el retorno, al encuentro con sus propiedades, sus
pertenencias que habían dejado atrás así como sus viviendas. Estuvieron
presentes el Subsecretario de Asuntos Religiosos, Lic, Victor Hugo Sánchez Zabadúa,
el Presidente Municipal, Lic. Roberto Pinto Kanter, el Delegado de Gobierno
Ing. Caridad Alcázar, funcionarios y regidores del Ayuntamiento así como los
pastores de la Iglesia Adventista, La Voz de Los Mártires y el representante de
la Coordinación de Organizaciones Cristianas quienes han acompañado al grupo
Evangélico desplazado.
Durante el tiempo de negociación, las
autoridades ejidales, el representante de los desplazados y mediando
autoridades de gobierno, llevaron a cabo varias reuniones durante las cuales se
fue puliendo las condiciones y el respeto de cada uno de los grupos con la
finalidad de que el retorno sea para construir mejores condiciones de convivencia
entre todos los habitantes de la comunidad.
Es necesario recordar que la administración
pasada le restó importancia ya que durante muchos meses se olvidó la
problemática y se trató de callar a las voces que estaban denunciando. No es
sino hasta mediados del año 2013, que se retoma el problema después de varias denuncias
que se realizaron por organismos evangélicos algunos de ellos internacionales, señalando
las condiciones en las que se encontraban viviendo los desplazados; muchas
autoridades desconocían el problema.
Inicialmente estuvieron refugiados en Nueva
Galilea de donde nuevamente fueron expulsados para finalmente estar la mayor
parte del tiempo de este exilio, en el Ejido Carmen Rusia del mismo Municipio
de Altamirano, Chiapas.
Denunciaron los desplazados que la
sobrevivencia fuera de su Comunidad la han logrado gracias al apoyo de diversos pastores de la
comunidad Evangélica quienes han prestado ayuda, “ellos fueron los que nos
acomodaron el lugar en donde nos encontrábamos refugiados, los alimentos, ropa
y utensilios básicos para nuestras actividades diarias” mencionó el
representante de los desplazados Evangélicos; ninguna autoridad fue formal en
prestar el apoyo humanitario como en algunas ocasiones les habían ofrecido muy
a pesar que existe la Ley para la Atención a los Desplazados Internos del
Estado de Chiapas.
El mensaje enviado por los organismos
Evangélicos al Gobernador Manuel Velasco Coello así como como a todos los
funcionarios de la administración actual, es que haciendo equipo y asumiendo la
responsabilidad que se les ha otorgado como funcionarios de manera imparcial, produce resultados
efectivos, como queda demostrado con el esfuerzo tanto del Presidente Municipal de Altamirano,
el Delegado de Gobierno de la región y la Subsecretaría de Asuntos Religiosos,
quienes le dieron la importancia correcta a la problemática; es un precedente
muy importante y un mensaje que trae esperanza para encontrar una solución a los conflictos de origen religioso que existen a
lo largo de varios Municipios del Estado de Chiapas, en donde varias de las
familias evangélicas tienen más de cuatro años de vivir refugiados fuera de su
comunidad.
Queda pendiente el seguimiento de los acuerdos,
la entrega de despensas, los apoyos de los proyectos productivos y la
construcción de viviendas para todos los habitantes del Ejido Pusilá, como
muestra de reconciliación y voluntad para mantener la paz social.
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